Thursday, April 06, 2006

Cuento en carro publico II

Pero este no es para reir. Pues sucede que como en estos días me he convertido nuevamente en un perro, estoy a pie, de vez en cuando tengo que tomar mi volador de humo (y creanme que cuando te hueles la ropa, nada más hueles a humo). Pues tomé la ruta de la Ortega y Gasset hasta la 27. Me subí al carro frente a la Plaza de la Salud, en el mismo había 2 personas, un hombre sentado en el asiento delantero y una joven en la parte detrás. Regularmente, si el carro está vacío, pues uno prefiere montarse delante, en el caso de este preferí montarme detrás, porque para qué iba a tan apretado habiendo espacio atrás, además de que es preferible apretarse de una mujer que de un hombre y más con el calor que hace en la calle.

Pues en cuestión de minutos el carro se puso full y yo iba apretaísimo entre la jeva y un carajo que se montó luego y para colmo una señora gordísima entró después. El asiento delante estaba solo con el pasajero, el señor que había dicho que estaba ahí, la gente se desmontaba y subían, pero sólo a la parte trasera, no entendía porque no se montaban delante con el tipo. Hasta que finalmente se desmontó el señor frrente al hospital de las FFAA y para mi sorpresa veo el que el tipo se desmonta con una vara y me doy cuenta que el tipo es ciego....eso me respondió lo que me preguntaba, cuál era el problema con el asiento delante?. Me sentí muy mal al ver el rechazo de la gente. ¿porqué cuando vemos estos casos tendemos al rechazo? Son personas, aunque con una difilcultad, pero son iguales en derecho.

3 comments:

Anonymous said...

que pique, desde cuando la ceguera se pega?

Anonymous said...

Qué vaina con la gente, que no sabe comportarse. Son esos pequeños detalles los que nos recuerdan que a veces los seres humanos no tenemos nada de humanos.

Anonymous said...

jeje yo tampoco me salvo de esos molestos carrosn publicos... pero es mejor estar apretao con una muner alante que estar atras con tres potenciales mastodontes...